Wednesday, May 25, 2005

Actitudes Harto Odiosas de Gente Ordinaria (AHOGO) -- Parte I: La Escupidera Pública

Para intentar reavivar esto, que ta mu chuchurrío, inauguro una serie de posts que llevaba tiempo queriendo escribir. ¿Habeis tenido alguna vez la sensación de que sois una oveja blanca enmedio de un rebaño de ovejas negras, que además serían capaces de escribir "obeja" con b de "vurro"? Pues yo me siento así muy a menudo. Y esta serie viene a exponer la clase de horrores que veo perpetrarse a diario, dentro y fuera de mi casa, en la pantalla de un ordenador o en la vía pública, pero siempre llevados a cabo por gente ordinaria. Eso es lo que más miedo da...

En esta primera parte, voy a hablar de una de las cosas que más rabia me da en el mundo: la gente que escupe por la calle.

Qué ASCO, por dios.

No sé qué es lo que me da más rabia, si el hecho de que la gente escupa, o que lo hagan mostrando todo lujo de detalles: la larga preparación, el cuidado en generar el ruido suficiente al realizar la mezcla en la boca como para que le escuchen hasta los vecinos del ático, el esfuerzo para generar un empuje suficiente que lance el escupitajo a una distancia casi olímpica, explotando de tal forma que hasta la mierda de los perros parece un elemento decorativo urbano en comparación...

Lo sé, es desagradable. Creedme, verlo es aún peor.

Pero aún más alucinante es el hecho de descubrir qué grupo social es el más propenso a enguarrar así las calles. Los jóvenes, direis algunos...

Pues no.

Son los ANCIANOS.

Los jóvenes también lo hacen, es cierto. Pero puedo jurar y perjurar que 4 de cada 5 escupitajos que he tenido la desgracia de ver (¡y escuchar! ¡AAAAARGH!) en directo, han sido producidos por hombres que superaban, como mínimo, los 60 tacos.

Un momento, un momento... ¿me he perdido algo? ¿No se supone que los mayores son los que tienen que dar ejemplo a los jóvenes? ¿Y más los mayores experimentados? Sí, la gente mayor. Los venerables ancianos. Los sabios abuelitos...

Que se vayan a cagar a la vía.

Ser mayor no es excusa para ser incívico, joder. ¿Por qué yo tengo que pisar (¡y resbalar! ¡AAAAARGH!) un líquido generado por una persona a la que no conozco, sólo porque ese energúmeno se sienta mejor soltándolo? ¿Acaso yo voy meándome por la calle?

Y si resulta que el volumen generado de saliva es tan alto que necesita expulsarlo, pues... hay diversos métodos. Por ejemplo, cogiendo un pañuelo de papel, escupiendo dentro y tirándolo luego a una papelera o un contenedor. O entrando en el lavabo de un restaurante. O si las ganas le pillan cerca de casa, el sujeto puede darse prisa, llegar hasta ella y soltarlo ahí. Seguro que su suelo está lleno de gargajos... ¿no? ¿No?

Gente del mundo, jóvenes y mayores, recordad esto: la calle no es una escupidera. Iros a dar asquito a vuestras casas, que ya está bien...

En la segunda parte hablaré de la catástrofe que la ESO ha provocado en la ortografía de los jóvenes. El horror, el horror...

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